Twitter, ahora X, lleva semanas en boca de todos por la huida en bandada (nunca mejor dicho) de sus usuarios. Su lugar lo está ocupando Bluesky (con perdón de Threads), la red social que lo está petando y que se está convirtiendo en la nueva referencia del microblogging.
¡Hasta los medios de comunicación ya la consideran una referencia!
Si no sabes muy bien de qué va esta nueva red social, te lo voy a contar todo en este artículo. Voy a publicar más sobre ella, así que vuelve más adelante a mi blog… ¡O sígueme en Bluesky!
¿Qué es Bluesky?
Si ya la has probado, estarás de acuerdo en que parece un clon de Twitter, pero de aquel Twitter que las personas moderadas añoramos.
Bluesky es una red social de microblogging. Es decir, permite crear publicaciones (posts) cortos, con un máximo de 300 caracteres, espacios incluidos con fotos, vídeos (muy cortos) y GIF. Los enlaces, como en la red a la que pretende reemplazar, ocupan un espacio reducido que no supera los 32 caracteres.
El funcionamiento es muy sencillo. Te registras usando tu dirección de e-mail, creas un usuario (por defecto @NOMBREDEUSUARIO.bsky.app), empiezas a publicar y a seguir a cuentas con las que compartes intereses.
A cada post le puedes dar a «Me gusta», comentarlo y compartirlo, ya sea «volviendo a publicar» (retuitear de toda la vida) o citándolo. También puedes compartir el enlace en otra plataforma o enviar posts por mensajes privados.
Y es que, como toda buena red social, tiene un sistema de mensajería instantánea. Por defecto sólo te pueden escribir las cuentas a las que sigues, pero esto se puede cambiar en configuración. Por ahora, en los mensajes no se pueden enviar ni fotos ni vídeos ni archivos.
Very Twitter todo esto, ¿verdad?
Y es que Bluesky era, inicialmente, un proyecto de Twitter mediante el que querían crear una red social igual pero descentralizada.
¿Qué es esto de descentralizada? Pues, básicamente, que cualquiera con los conocimientos y herramientas que hacen falta, puede instalar un servidor y ejecutar su propia red social, conectada con Bluesky.
Para ello, la vieja Twitter creó el AT Protocol, AT Proto para los amigos.
Todo lo relacionado con este proyecto quedó fuera del acuerdo de venta de Twitter a Elon Musk, por lo que se convirtió en una iniciativa independiente liderada por el propio Jack Dorsey, cofundador y ex-CEO de Twitter… Hasta que decidió dejarlo por motivos que aún o están claros.
Con Dorsey o sin él, el protocolo sigue su desarrollo y la red social creciendo, bajo el mando de Jay Graber.
Bluesky o Threads, la batalla se recrudece
De las alternativas a la maltrecha X, sólo Threads y Bluesky están despuntando y consiguiendo sumar y mantener a una gran comunidad. No puedo dejar de lado Mastodon, mi proyecto favorito por su filosofía, cuya fortaleza es su principal debilidad.
Threads pertenece a Meta (Facebook) y es una buena alternativa que ya suma 275 millones de usuarios. Pero la red del cielo azul tiene un gran punto fuerte:
Se parece mucho a la red social a la que pretende reemplazar.
El diseño, la experiencia y la dinámica son la zona de confort de quienes huyen del devenir reciente de la, por ahora, reina del microblogging.
Quienes llevamos años en esta plataforma, nos recuerda a la Twitter que muchos añoramos. Con menos mensajes de odio, un algoritmo sin sesgos, sin bots… Y donde los bloqueos funcionan.
Threads intenta parecerse a lo que fue el pajarito azul. Está claro que la empresa de Mark Zuckerberg quiere aprovechar la aparente torpeza de Elon Musk para dominar (aún más) el internet social. ¡No tiene poco con poseer Facebook, Instagram y WhatsApp!
Tiene dos fuertes ventajas.
La primera es que lleva más tiempo abierta todo el mundo.
La segunda es que funciona como una extensión de Instagram, por lo que tiene una buena base de usuarios y unirse a eta red social es bastante sencillo. Mi cuenta de Trenvista ya suma casi 1.200 seguidores sin haber hecho más que crossposting.
La principal desventaja… Es Meta.
A ver, a nivel de usuario la interfaz es mejorable, es un «quiero parecerme y no puedo» que hace que la experiencia se asimile, pero está lejos de ser la misma. Y lo que queremos los usuarios es, básicamente, seguir disfrutando del Twitter pre-Elon Musk.
Luego están los algoritmos que alimentan el feed «para ti». Han recibido muchas críticas negativas y a mí nunca me ha gustado lo que ofrece.
Y luego tiene cosas como premiar el «engagement bait», la falta de moderación, el exceso de noticias falsas…
Justo de lo que huye la gente.
A esto súmale la preocupación por la privacidad, el punto débil de todo lo que gestiona Mark Zuckerberg. De hecho, Threads tardó mucho tiempo en funcionar en la Unión Europea precisamente por su dificultad a la hora de cumplir la legislación sobre la la protección de datos.
Sinceramente, al principio creía que Threads sería la gran alternativa y sucesora de Twitter. Creé mis cuentas cuando la lanzaron en EEUU usando una VPN y tenía todas mis esperanzas puestas en esta plataforma.
Creía que el poder de Meta haría que triunfara ante cualquier otra alternativa. Sobre todo viendo las debilidades de Mastodon de las que escribiré más adelante por aquí.
Pero Bluesky… Bluesky ofrece lo que la gente quiere recuperar; lo que muchos consideran que es suyo y que Elon Musk se lo ha arrebatado.
Los puntos fuertes de Bluesky
La propia experiencia en la plataforma me ha hecho estar seguro que es ahí, y no en Threads o Mastodon, donde quiero estar. Como yo, hay más de un millón de nuevos usuarios al día que prueban esta plataforma y que se enganchan a ella.
Las mayores fortalezas que tiene son:
- Interfaz y experiencia muy similar a Twitter. Es lo que conocemos. Punto.
- Un algoritmo que no premia el odio ni las noticias falsas en el feed «descubrir».
- Una comunidad que mayoritariamente quiere un lugar tranquilo en el que disfrutar en respeto, aún con divergencia de opiniones. Hay de todo, pero el ambiente es bastante más respirable.
- Los feeds. Junto al tradicional «Descubrir/Para ti» y «Siguiendo» puedes añadir feeds con posts de tus intereses en los que el algoritmo ni pincha ni corta. Yo ya he creado dos, uno de ferrocarril y otro de movilidad en español, usando mi paquete de inicio como fuente y uno creado por Miguel Ángel Uriondo. Sin duda, ¡es lo que más me gusta!
- Los bloqueos funcionan. Si bloqueas a alguien, dejas de verle y deja de verte.
- Las listas de bloqueos. Siempre y cuando confíes en quien las elabora, puedes suscribirte a una lista de bloqueo para bloquear a las cuentas que contiene. Una poderosa arma de doble filo que tiene la intención de limitar el contenido tóxico.
- Deshacer citas. Si alguien comparte una publicación tuya con un fin que no te gusta, puedes hacer que la cita a tu post desaparezca. ¡Así de fácil!
- Hay moderación. Aunque están desbordados por la explosión de usuarios, Bluesky tiene moderadores como la antigua Twitter.
- No penaliza los enlaces externos. Ideal para quienes compartimos contenidos de nuestras webs.
- Paquetes de inicio. Se pueden crear listas temáticas de cuentas para que un usuario las pueda seguir a todas con una sola pulsación. Por supuesto, he creado el paquete «Bluesky Trenes«. Como estas cuentas no sólo publican cosas temáticas, el feed permite filtrar estos contenidos.
- La descentralización. Si realmente funciona algún día y no se queda en un mito, las cuentas no dependerán del devenir de la empresa, ya que será fácil migrar a un servidor de otra compañía en el que estemos más a gusto.
Estoy seguro de que me estoy comiendo alguno… ¡Pero no son pocos los que he puesto!
¿Cómo unirse a Bluesky?
Más adelante haré una miniguía de primeros pasos en esta red social. Pero ahora te voy a enseñar lo más básico: cómo crearte una cuenta.
Lo primero es ir a su web (https://bsky.app) o descargarte la aplicación (enlace a Android y a iOS).
Lo siguiente es tan fácil como pulsar en el botón azul «Crear cuenta» y seguir los pasos que te va indicando.
Para que tu cuenta esté activa del todo, deberás verificar tu dirección de correo electrónico.
Una vez dentro, puedes buscar a tus antiguos contactos de X. Hay herramientas como Sky Follower Bridge que te ayudan a buscar en la nueva red social a quienes antes seguías.
Para ampliar tu red, puedes buscar paquetes de inicio o feeds de tu interés.
¿Por qué huye la gente de Twitter/X?
Termino este artículo con un pequeño análisis de cómo Twitter ha pasado de ser la reina indiscutible del microblogging a ser el sitio del que muchos quieren huir.
El problema es muy sencillo. En los últimos años, en lugar de un nido de pajaritos azules, la red social se había transformado en un nido de víboras. Uno entraba a pasar un buen rato, a informarse y a debatir… Y lo que veía era odio visceral a raudales.
A ese odio se le sumaron las noticias falsas. Sí, están en todas partes. Pero, antes de su venta a Elon Musk, Twitter tenía un gran equipo de moderadores que conseguían eliminar los contenidos que más daño hacían y que más empañaban su imagen.
Es cierto que las Notas de la comunidad son un gran invento que facilita desmontar bulos, pero se siguen esparciendo igualmente.
Todos recordaremos que, tras el asalto al Capitolio, hasta se vetó la participación de Donald Trump en la red social. Para el común de los mortales, el asalto fue un claro atentado contra la democracia y una gran incitación al odio.
Aunque Trump creó su propia red social, Truth, en la que predomina la libertad (de verter odio, de mentir y de manipular), cuando le largaron de Twitter debió ponerse en modo Schwarzenegger y decir alto y claro «VOLVERÉ».
A pesar de su éxito, Twitter funcionaba muy mal a nivel financiero y sus gestores no daban con la tecla para solucionar este gran problema. Hasta que apareció Elon Musk, un emprendedor visionario conocido por crear empresas de éxito como Tesla o SpaceX.
Está claro que quería ganarse un puesto en la política estadounidense con el soñado regreso de Donald Trump a la presidencia. Así que, con eso de que es la persona más rica del mundo, tiró de talonario para hacerse con la red social con la motivación de «permitir la libertad de expresión».
Le costó 44.000 millones de dólares, calderilla.
El problema es que por libertad de expresión entiende que fluya el odio, la mentira y la manipulación. Básicamente la estrategia que utiliza el señor Trump para convencer de que él y sólo él puede arreglar las cosas.
Se cargó el equipo de moderación y adoptó políticas que lejos de calmar las aguas las agitaran más.
Rentabilizar la inversión… ¿A qué precio?
Por si esto no fuera suficiente, Musk adoptó medidas para buscar hacer la empresa rentable. Es lógico, poca gente en su sano juicio compra una empresa para perder dinero…
Sin embargo, las decisiones que tomó no fueron precisamente encaminadas a hacer que la plataforma funcionara y se transformara en una máquina de hacer dinero.
Vistos los últimos hechos, queda claro que el verdadero negocio que veía el fundador de Tesla era convertirse en alguien que influyera a la supuesta persona más poderosa del mundo… Y hacer el negocio desde ahí.
Las consecuencias para los usuarios de Twitter es que la red social cambió de nombre, se llenó de bots creados para echar bilis, se potenció la creación de contenido basura que genera muchas interacciones, las tendencias eran las que querían los dueños de los bots…
En definitiva, se perdió la esencia de la red social.
Para rematar, si bloqueas a alguien puede seguir viendo tus publicaciones (pero no interactuar contigo) y desde el 15 de noviembre X puede usar todas tus publicaciones para entrenar su IA.
En conclusión: X/Twitter se ha convertido en un lugar tóxico. En una experiencia desagradable para la mayoría de los mortales y ha perdido su reputación como un lugar de información fiable. Medios grandes como The Guardian o La Vanguardia ya han dejado de publicar ahí por esto mismo.